El pasado 29 de octubre los estudiantes que conforman la banda “Rock café” quisieron mostrar su talento en la fiesta de disfraces de la institución. Después de tantos ensayos y preparando un gran repertorio para presentarse, el sonido no fue su gran apoyo, no porque fueran malos músicos o porque el sonido fuera malo, sino porque no era un sonido compatible para una presentación musical, era un sonido para una fiesta de baile. Aun así los artistas hicieron todo lo posible por sonar muy bien aunque el sonido no les fuera correspondido. Todos los estudiantes dieron todo su apoyo a la banda a pesar de que no se pudiera dar a sonar bien excepto los estudiantes de grado once, quienes tomaron una actitud un poco agria frente a ellos y pedían a gritos que se callaran y pusieran música, una actitud poco apropiada y que debería ser contraria ya que en un momento como estos los artistas necesitan es un apoyo mucho mayor para evitar la frustración de una mala presentación.
Cristian Camilo Medina Baquero
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